Inteligencia en las fábricas

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Hace unas décadas el poder de la mano de obra determinaba el volumen de producción y la fuerza estructural de las fábricas. Era habitual que obreros y máquinas trabajarán en conjunto para producir los productos que todos consumíamos de parte de todas las grandes empresas industrializadas. La vida en la industria a principios del siglo XX era bastante sencilla: la evolución tecnológica aceleró la  rutina diaria y estandarizó los estilos de vida; los empleados de las fábricas trabajaban entre doce y dieciséis horas diarias siendo explotados por las industrias para las que laboraban, las amas de casa vieron simplificada su labor cuando ya no tenían que fabricar los productos que utilizaban, las ciudades aumentaron, la economía mundial creció, así como la tasa de natalidad, la demanda y a posteriori, la contaminación ambiental.

Cincuenta años después un cambio radical surgió: las tecnologías de la información y la comunicación. De forma repentina, el mundo se hizo más pequeño, la forma en la que nos comunicábamos alteró la forma en la que hacíamos negocios; el número de empresas se multiplicó, la competencia adquirió una dirección internacional con la apertura comercial y la globalización nos conquistó con sus grandes ventajas.

Es impresionante lo que la humanidad ha progresado en  poco más de un siglo. La mente humana ha ido permutando a una complejidad superior, en cada ocasión, el humano está dispuesto a realizar cosas más grandes y mejores. Mientras pasan los años, las necesidades se han tornado más profundas, y semana tras semana las empresas deben reimaginarse para estar a la altura de los consumidores. Hoy, todos queremos inmediatez en las acciones, las empresas más que todos. La vida cotidiana se ha avivado más que nunca y queremos resultados en cuestión de nanosegundos, esto afecta directamente a la industria, que debe buscar mejores y veloces maneras de abarcar su cuota de mercado. Para ello, ha nacido nueva tecnología, capacitada de forma inteligente para llevar a cabo lo que a nosotros nos es imposible; todo este conocimiento forma parte de la industria 4.0

Los cuatro factores a analizar en la industria 4.0 son: el diseño, fabricación, logística y distribución y venta.

El diseño es radicalmente distinto a años anteriores. En este punto el marketing y el diseño industrial son clave; el primero sirve para examinar cómo se desenvuelve el mercado y sus segmentos. Gracias al Big Data y el Internet Of Things la penetración de mercado es mucho más sencilla, facultando a las empresas  de un enfoque en el cliente, creando un vínculo con él y haciéndole partícipe de las decisiones. Por otro lado el diseño industrial está desempeñando un mejor papel para con el medio ambiente y los consumidores, creando productos socialmente responsables.

La fabricación contemporánea introduce factores nuevos de valor agregado que mejoran la calidad de los productos y busca procesos flexibles y eficientes que puedan integrarse al proceso productivo a través de la tecnología. El objetivo de la fabricación es adaptarse a las demandas de los clientes en tiempo real. Todo ello, además, sin aumentar costos.

Otro objetivo significativo, es por supuesto la intervención de tecnología avanzada para la producción y gestión. Se requiere de tecnología integral que mejora la eficacia y reduzca el impacto ambiental en todos los canales.

En la logística todos los procesos están interconectados entre sí y se reduce la mano de obra humana, aumentando la automatizada, además el volumen de productos realizados disminuye debido a la fabricación bajo demanda, reduciendo el stock de forma evidente y mejorando la personalización del producto.

La distribución y venta empieza a abandonar los canales de venta tradicionales para enfocarse en los que están disponibles 24/7 de forma digital, alimentando al Big Data con información importante sobre hábitos de consumo para entregar al consumidor productos de forma veloz y personalizada. Es justamente este tipo de comunicación entre la empresa y el cliente otra de las áreas de oportunidad que posee una empresa en la industria 4.0, es decir, vincularse con el cliente en tiempo real para ayudarlo en todo su proceso de compra, desde las especificaciones del producto y la forma de pago, la forma de distribución y fecha de entrega así como asesoramiento post-venta.

Para finalizar cabe recalcar que la industria 4.0 trae consigo nuevos modelos de negocio, nuevas formas de crear un producto y nuevas formas de comercializarlo. Toda empresa que desee estar a la altura de un mercado inconsistente debe optar por el cambio… o no sobrevivir.

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